La última fortaleza...

Which would be worse - to live as a monster? Or to die as a good man?

Porque hay canciones que animan, porque te hacen recordar lugares, momentos, personas...

Muchas veces hago una unión casi irrompible de las canciones con la persona que me las dedica o me las enseña, compartiendo así una parte de su personalidad conmigo de esta forma tan mágica como es a través de la música.

Hay gente que me ha preguntado en ocasiones, -tío, como te puede gustar esa canción...- y yo pienso no es tanto la canción sino el momento o la persona que va asociada a ella.

Podría escribir gran parte de mi vida a través de canciones. Desde que era un enano hasta ahora.
Pero también podría recordar a esas personas que en algún día decidieron regalarme un trozo suyo a través de una canción.

Habrá momentos en la vida que al igual que un olor, una canción sonará de fondo y me transportará a ese momento, a esa persona, a ese lugar.

Porque sé que nunca olvidare esa relación, ese enlace.

Hoy toca esta canción que me recuerda que sonreír siempre viene bien y a esa persona que últimamente me ha hecho sonreír, ya sea de forma directa o indirecta.


"Porque me encanta el olor a caricia, a sindrome de mimosa y no voy a parar...."