Hoy es uno de esos días, que uno se para a pensar y duda de si tiene alguien alrededor.
De si quedan amigos de verdad o tan solo sombras que aparecen cuando hay sol.
Hoy toca uno de esos días en los que cuesta sentirse querido, en los que cuesta creer que alguien esta pensando en ti, que alguien se preocupa, que alguien te echaría en falta si desaparecieras.
Mi mundo, un castillo de arena, contra una espumosa ola que borra todo a su paso, que solo deja abruptos recuerdos de lo que hubo alguna vez ahí.
Verte reflejado en alguien que ha recorrido y recorre el mismo camino y al que le has dicho una y otra vez que no sea tonto, ni un tonto de los buenos.
Entregarte a la gente, darlo todo por su felicidad, dejándote como postre y convirtiéndoles en entrante, primer y principal plato.
Creer que será valorado, llegar a creerte querido pero al final del día el sol siempre se pone y las sombras desaparecen.
Levantarse cada mañana y antes de saber que estás despierto, pensar siempre en ella.
Que el primer bostezo susurre su nombre, que la primera legaña se retire esperando verla y la única luz que desees ver sea tristemente la del móvil avisándote de te ha escrito.
Que tal vez ella también se ha despertado pensando en ti antes siquiera de que el día haya empezado.
Otro día pasa, otra vez se pone el sol y te encuentras solo. Te has dado cuenta de que has estado rodeado de sombras, de que ya apenas ves la luz en sus ojos color caramelo.
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