Una frase tan simple y compleja a la vez.
Aparentemente vacía, pero llena de contenido, de emociones, recuerdos, adrenalina...
"Echo de menos nuestras tonterías"
Y es esta tonta frase la que me rompe el corazón cada vez que la escucho y a la vez me acelera el pulso dejando volar mi imaginación, recorriendo recuerdos, detalles y momentos especiales, mágicos, efímeros.
Pese al dolor que me produce, no me canso de escucharla.
Pese al subidón de adrenalina que me produce y que me hace temblar, quiero escucharla.
Pero... es lo que hay...
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